CRÓNICA: Martorell - Ordal - St. Sadurní d'Anoia - Gelida

Una salida más temprano de lo habitual, a las 6:30 ya estábamos listos para hacer una ruta por el Ordal. La ola de calor lleva toda la semana azotando y hoy no queríamos morir encima de la bici. Empezamos desde Martorell Albert G. y yo, con una pequeña parada en Ca’n Abad para recoger a Eric, que nada más empezar ya se estaba quejando de subir… para variar… La subida hacía el Ordal, por el rocaje vivo, hace que Eric pierda el oremus y se quede buscando gamusines bajo las piedras… algún día habrá que enseñarle como se cazan. Mientras tanto subíamos Albert G. y yo a un ritmo constante, escuchando cada vez más lejos a Eric, que se quejaba de que si habían piedras, que sólo subíamos, de que la abuela fuma… Antes de reanudar la marcha Albert G. me aconseja que hinche la rueda trasera que estaba un poco floja, siguiendo sus consejos, me bajo de la bici y mientras tiro marcha atrás me doy con el pedal en la herida que me hice la semana anterior en la tibia... Dolor!! Empezó a sangrar a lo Kill Bill!!

Bajamos un poco dirección a Subirats y volvemos a subir por un camino con mucha piedra suelta… a los pocos segundos… Arrrggghhh!! Eric grita!! Me paro… y le pregunto que ha pasado… Se ha dado en los gitanales porque ha tropezado con una piedra… hoy no es su día!! Es humano, menos mal… Empezamos a bajar, llegamos a Subirats y bajamos por una zona de piedra compacta. Albert G. y Eric se distancian del más lento bajando del día… yo… y en un tramo de arbusto, se me ancla el manillar en un arbusto malicioso, para hacer un MBC olímpico con salida lateral. Caí en blandito y pude seguir sin problemas.

Después de varios “sube y baja” por senderos de piedra llegamos a St. Sadurni d’Anoia, y el sol empezaba a picar bastante, aunque no eran ni las 11 de la mañana. Me quedé sin agua y ahora era yo el que sufría con el Lorenzo. La subida a Gelida se me hizo interminable. Suerte de la fuente que encontramos en el pueblo porque iba arrastrándome ya… Metros más adelante hicimos una parada para comernos un helado bien fresquito y continuar la marcha hacía Martorell por la carretera. Nos despedimos de Eric en Castellví y bajamos hacía Martorell a toda velocidad. No sé si lo he dicho… pero… ruta con mucha piedra suelta! Te exige más fuerza de lo habitual en las piernas y más concentración en las bajadas. Aún así, una ruta divertida.

Rubén Casado
Redactor de Mbc Bike