CRÓNICA: Diada Montserratina 2011

Este domingo hemos hecho la Montserratina, una cursa no oficial, pero tradicional, que se hace cada año para dar como terminada la temporada de ciclismo... o al menos eso es lo que dice la historia… porque nosotros no paramos. Aunque haga frío, aunque llueva, aunque nos encontremos con barro en los caminos y se nos congele el tubo del camelbak… ahí estaremos nosotros… dándolo todo cada domingo. Este domingo salimos desde Martorell Jordi y Rubén con el trastorno del cambio de hora y un día marcado por el ansia… el ansia de conseguir el pin. La gente dice que sube por tradición, pero es mentira… la gente sube por el pin. Y el que diga lo contrario que se lo dé al Jordi o al Juan que se quedaron sin!! XDDD

Salimos a las 7:30 de Martorell dirección a Olesa donde nos unimos con Alex y con Juan, que no había cambiado la hora y pudo reengancharse. Nos dirigimos hacía la Puda, donde nos encontramos con una ciénaga donde seguro que más de uno tuvo que apoyar el pie en el barro o en los charcos que habían por la zona. Me gustaría contar una graciosa experiencia pero… no la hubo (si alguien tiene una historia graciosa en la Puda, os reto a contarla en los comentarios). Una vez pasada la zona húmeda llegamos a Monistrol para dirigirnos hasta el cremallera y empezar la ascensión a Montserrat con una niebla digna de una peli de terror. La ascensión pasa por el cementerio dirección Sant Cristofol, siguiendo el tramo final de la Sant Joan Despí – Montserrat que no hace mucho hicimos, aunque esta vez llegamos con menos cansancio. En la subida nos dividimos… Alex y Rubén, que subimos a un ritmo más que bueno y un poquito más atrás Jordi y Juan que llegaron casi a la par. En el tramo final, después de haber pasado Santa Cecilia, nos encontramos con una caravana de coches intentando acceder… ¿Irían a rezar?¿a misa?¿a comprar coca? Nooooo… iban por el pin!! Seguro!!

Al llegar arriba Alex ahogo su gozo en un pozo cuando se percato que la Coca-Cola que con tanto ahínco había situado en el botellero de la bici se había vaciado sin abrirla… no tenía ningún poro para que saliera la Coca-Cola. Aún después de haberla examinado en casa con detenimiento… no ha logrado encontrar una explicación al suceso. Se lo enviaremos al Iker Jiménez para que nos confirme cuál ha sido el fenómeno paranormal que ha provocado esta transformación de la materia. Justo donde estaban las barreras de acceso habían unos buenos hermanos dándote un vale para canjearlo más arriba por el pin… paradita que no vieron ni Jordi ni Juan y cuando llegaron arriba se encontraron con el mochuelo de que no querían darle el pin. Son nuevos… si es que los pins están más buscados que el Jordi en Collserola. XDDD Después de hacer el picnic bajamos por carretera hasta Monistrol, con un frío que te calaba en el cuerpo para volver hasta Martorell sin más dilación. Una salida muy guapa que espero que el año que viene disfrutemos más... y que todos tengamos pin!!