CRÓNICA: SERRA DE MARINA

El día empezó temprano, al alba, cuando los primeros rayos de sol empezaban a calentar los caminos. Concretamente a las 10:00 am en el aparcamiento del moñathlón de Badalona ciudad. Allí estaban algunos de los trinkus, Antonio con su cohete preparado en el bolsillo y sus rizos, Carles con su...Carles! y Raül, que se encontraba aplicando una gruesa capa de vaselina esparraguera a la tija de su despaici bike. Yo aproveché para inflar las ruedas de mi bici a la forma tradicional. Se hinchan hasta que están bien duras y le metes unos golpes con la mano a la cubierta para asegurarte. 

Empezamos a subir por los caminicos entre ruinas de muros y arcos. Edificaciones donde los buscaespárragos manchan con hinchadores y se untan cremita. Por el camino, Antonio y yo divisamos una mujer que iba caminando y que por detrás llevaba el mismo pelo que Raül el trinku, echo que él mismo tuvo que reconocer al verse identificado con su clon.

Paramos en la fuente donde Raül siempre rellena su sucio camel bag lleno de moho con agua con renacuajos que le aportan la energía necesaria para subir toda la montaña a ritmo de moñikis y caerse luego en la bajada jejeje.

El día es soleado y los caminos están llenos de caminantes, de jinetes y de ponis desbocados. Un pony parece perdido y corre como loco por el camino, Antonio se pone en medio a lo cordobés preparado para hacer el salto de la rana pero salta al margen para evitar ser embestido por el "pony pisador". Seguimos subiendo y volvemos a parar antes de llegar a la carretera en un pequeño mirador repleto de bikers y clinex sucios. Carles empieza a sacarse capas de ropa. Perdemos la cuenta mientras se deshace de abrigos de borreguito, gabardinas, chubasqueros y suéters de lana con pelotillas. Usa la técnica del buen vagabundo. Llevar toda la ropa que tiene para tener siempre la prenda adecuada. Subimos por el largo camino. Sol, gente que toma aliento, alguien que baja y pega un salto backflip y flikflas. Hace un día fabuloso, tengo calor con el mallot de invierno, llevo la chaqueta abierta. Antonio y yo nos avanzamos a Carles y Raül y subimos sin parar hasta la cima de la montaña del enduring, hasta la torre de guaita donde esperamos tomando el sol y cambiando el agua a las olivas. Bikers solitarios, uno con la música a tope sale como una flecha megamotivado como si hiciera spinning, otro lleva una mochila que le hace parecer el heladero según Antonio, otro con unos guantes gordos de lana thinsulate viejunos y con motivos bordados de perfiles de montañas...ostras si soy yo jejeje! Ya llegan Raül y Carles, el primero poco a poco pero subido y el segundo caminando nos dice que ayer hizo un traslado y está muy cansado... Los que llevan protecciones se las ponen y aunque yo todavía no tengo si que llevo una estampita de la virgen de Montserrat que hace el mismo efecto o similar.

Empezamos a descender por un reguero, paredes para hacer caidas pinbol, estrechez y arbustos y zas!!! Raül hace un insert coin y un game over on the floor. No sabe si tiene la cabeza para el mar o la montaña y aunque Antonio que va de segundo le asiste y le pregunta como se encuentra al mismo tiempo aguanta como puede la risilla por haberle visto tan en directo. Se levanta con el cuello colgando a lo zombie pero está bien. Seguimos con peraltes de asombro, derrapes que levantan polvo y adrenalina a tope, crusaitos en reguiristán y Carles en tercera posición también hace una partidita al pinbol con cruzada de manillar y aterrizaje. En un primer momento parecía que iba a caer de pie aunque el peralte de tierra que le esperaba delante era un muro de tierra aperaltado y choca de costado. Le pregunto que si está bien y le animo diciendo que casi casi se salva y cae de pie y él se expolsa los tres o cuatros kilos de tierra que se le han enganchado por la ropa. Seguimos girando y llegamos a un punto de reunión. Los sherpas deciden el camino, una trialera clásica con vistas y por terreno arbolado más despejado, trozos rápidos de eslalom, saltos por cambio de nivel de la trialera de medio metro, muretes y más derrapes. Seguimos por camino ancho entre huertos y por detrás del hospital Can Ruti. Tomamos una zona de descenso llamada Arenas Blancas y es que el piso está muy suelto y formado por piedritas muy pequeñas blanquecinas y regueros de lado a lado. Raül va a muerte, le sigo con facilidad y alegría a tope. Llega a bajo y le derrapo al lado, quiere chocarme la mano porque se sorprende al ver que le he seguido tan de cerca por ese camino tan peligroso. Le doy la mano con un poco de reparo ya que los guantes de Raül no han visto lavadora alguna y porque a la gente especial hay que seguirles un poco el rollo o se cabrean y te empiezan a empujar chillando fácilmente jejejeje a lo mongolo jejeeje. Subimos hasta la cruz, un monumento precioso donde paramos un momento a ver las vistas. Como guinda final, un tramo muy cerrado y con algún trozo bastante técnico donde se hace un pequeño tapón que Antonio vuelve a abrir y se posiciona en primera posición. Últimos cuatro metros y casi salgo volando por un barranquillo aunque salto hacia el lado contario y caigo corriendo hasta llegar hasta un borde donde freno y me salvo de tocar el suelo.

Antonio quiere probar una buena bici y le dejo subir en la foxy pero no mucho que me la gasta. En la gasolinera Antonio y Carles limpian la bici con un chorrete de agua y la dejan como nueva, Raül se limpia una rascada del brazo y yo le aplico un vendaje con lazito que se le cae cien metros después de salir de la gasolinera jejeeje. Hoy domingo los bares habituales están cerrados y tomamos una cervecica en un chino. Unas bravas por favor!

Ismael Membrado
Redactor de Mbc Bike