CRÓNICA: Martorell - St. Andreu de la Barca - Castellbisbal

Después de la salida del domingo pasado, sólo podíamos ir a mejor. Y así fue!! Para empezar nos reunimos Albert G., Alejandro, Fernando, Manuel y Rubén, en una mañana fría, muy fría. Fuimos directos a la colina de la hamburguesa, donde más de uno ha terminado hecho picadillo alguna vez, y seguimos subiendo y subiendo dirección a Ca’n Xandri. Con lo que no contábamos era con un castor HDP que le metió una rama a Fernando en la rueda trasera. Todos nos temíamos lo peor, pero Albert G., the Mechanic, con más maña que vasca, logró arreglarle el desviador con un tornillo del porta-bidones y un chicle Boomer, que tenía más años que la Duquesa de Alba. Fernando pudo seguir aunque no podía poner el piñón pequeño y el grande.

Superado este traspié, bueno… sería trasrueda, pudimos continuar el trayecto hasta Sant Andreu de la Barca. Aquí buscamos un bar para tomarnos algo mientras almorzábamos y… Albert G. divisó algo al horizonte. La idea era almorzar el bocata, tomar la bebida y seguir con el trayecto pero… con la bebida nos pusieron unas cortezas de estas grandes de churrería y el olor de los churros nos pudo. Pedimos unos churricos para todos, y el barman nos invitó a chocolate!! Que detallazo!! Está claro que volveremos. Ya no sólo por el detalle… los churros estaban exquisitos!! Echamos un gran momento de risas, tanto… que las lágrimas se convertían en estalactitas al salir.

Después del atracón nos pusimos en marcha, dirección a Castellbisbal, pero subiendo Albert G. se dio cuenta que había perdido un tornillo del basculante… Nos encontramos con Fernando que no podía poner todos los piñones, Alejandro que tenía alguna molestia en la rodilla y Albert G. con un tornillo menos en el basculante… la decisión fue volver, la mejor. Volvimos por carretera “haciendo relevos” y así terminamos una ruta muy divertida en la que nos reímos mucho. Esta ruta la volveremos a hacer porque realmente es muy divertida y dura a la vez.