CRÓNICA: Martorell - Corbera - Torrelles

Dicen que cuando hablas del tiempo, cómo cuando bajas en el ascensor con el vecino, es porque no tienes nada de qué hablar… pero joder! Es que te levantas por la mañana y piensas hará frío? hará calor? que me pongo? Parezco una mujer antes de salir de fiesta! XD En fin… me pongo lo que creo oportuno y salgo disparado para el lugar de encuentro, donde están o deberían estar Albert, José, Juan y Oscar. La primera frase… “Joder! Que frío!”, claro… de que vas a hablar con el frío que hace? De la cervecita que te tomaste en la terracita ayer? Del moreno paleta que tienes de salir en bici? Del calentamiento global? Cuando hace frío, hace frío, y para quitarse ese frío lo mejor es subir una Roca Dreta... con un par! Así que hacía la Roca Dreta nos dirigimos, con ahínco y esfuerzo, mientras íbamos comentando sitios por donde bajamos o podríamos bajar en alguna salida más endurera. Oscar, que es más de XC, iría pensando “¿Dónde me he metido?”, pero para su alivio hoy no tocaba bajar, hoy tocaba subir… y es lo que no dejábamos de hacer. Habíamos llegado a Corbera y no recuerdo ninguna bajada. Fijo que en Corbera vive San Pedro, porque debe estar a las puertas del cielo. XD

Aquí empezamos a improvisar la ruta para empalmar con otra. Encontramos un camino cuesta abajo! Oh My God! Lástima que nos llevará a un tramo de subida por carretera. Ya empezaba a hacer algo de calor y claro, llevas toda la ropa puesta. Pero vas pensando… “No me la quito que ahora empezamos a bajar”… a los 15 minutos… “no, no… aguanto un poco más porque tenemos que bajar ya”…. A los 30 minutos… “Bueno, me la voy a quitar porque no bajamos”… a los 5 minutos “Joder! Vamos a bajar, me pongo la chaqueta” Maputo Murphy! xD El primer tramo de bajada lo pasamos por fuera de los quitamiedos, que menos mal que estaban ahí porque por el otro lado había un agujero del copón! Miraba al lado y pensaba “Que miedo!” pero rápidamente miraba al otro y al ver el quitamiedos me quedaba más tranquilo. xD Malditos tramos de carretera o borde de carretera! A los pocos kilómetros de esquivar agujeros, quitamiedos, señales de tráfico y coches veo que Albert, que iba delante, nos señala el camino de la salvación. Tierra a la vista! Como un pirata, con el olor a pescado y todo! Había un contenedor de pescado que Albert no olió del todo bien, y nos hizo oler dos veces. Maputo Albert!

Encontramos tierra, pero la tierra traía subida otra vez. Seguimos subiendo y subiendo, hasta el infinito y más allá! Primero tierra, luego asfalto y luego tierra otra vez, pero la subida no decaía. A veces veíamos pasar algún biker hacía abajo y pensaba, con cariño y respeto, “Cabrón!”. Pero después de tanta dureza tocaba ablandar la suspensión y darle caña para abajo. Primero por pista y luego por sendero, que poco a poco se fue cerrando y se fue volviendo más técnico. Llegamos a una bifurcación y Albert decide ir por el sitio más inclinado. Le miro y le digo "¿Estás seguro?" y asiente con una sonrisa maquiavelica. Unos metros después, Oscar, que nos sigue y hace los deberes, decidió estrenarse haciendo un MBC! Pillo un escalón trampa y voló por delante de la bici. MBC! Después de ese tramo de bajada tan esperado, cogimos otra vez tramo de carretera… snif, sniff… momento que aprovechamos para tomarnos unos refrigerios en un parque infantil en la puerta de un bar de carretera. Como Albert y yo somos como niños, nos tomamos unas birricas para que no nos confundieran. El tiempo se nos echaba encima, y decidimos bajar hasta el río lo más rápido posible… carretera otra vez… llegamos a Sant Vicenç para coger el río y volver hacía Martorell. Cada uno a su ritmo, unos más rápidos, otros más lentos y algún otro mirando el paisaje y la fauna del lugar.

Llegamos a Martorell, ha sido un día duro, pero gratificante. Lástima de los tramos de carretera, pero el resto de ruta ha sido muy guapa y nos ha abierto un mundo de caminos por descubrir por la zona de Corbera. Ha vuelto a salir con el grupo Juan y dos nuevas caras, la de José y la de Oscar que venía to ciclao! La compañía exquisita, como siempre. MBC!

Rubén Casado
Redactor de Mbc Bike